jueves, 30 de octubre de 2008

dada la ocasion...zapatos nuevos

Hoy en esta empresa no hacen mas que hacerme correr.. definitivamente tengo que dejar de vestirme en akiabara y empezar a hacerlo en Nike.
Hoy, en la hora del almuerzo me fui a disfrutar del aire acondicionado de las galerías pacifico, y me dije: me voy a comprar un par de zapatos de esos que despiertan la envidia femenina, para que todas te digan: que lindos zapatos! Y una haciéndose la tonta conteste: te parecen? Los compre hace bastante y no me los ponía. Ja, incrédulas...
No los compre, me dije: es mi cumpleaños, si.. pero no hay nada de especial como para hacer semejante gasto.Nadie especial que quiera verme divina, así que guarde mi visa y me fui a comprar una ensaladita.
Volví, aplaste mmi trasero en mi solitario escritorio, y pensé: mi amigos!!! Ellos merecen definitivamente ser los mas especiales en mi vida, porque se lo ganaron y se lo ganan día a día.
Cuando salga, me voy a comprar los zapatos.


Una vez hice una lista con las personas que quería tirar a la basura, hoy, puedo decir que agrego una más. Si vos, el que me dijiste: Suerte que yo no estoy!, bueno, después de mucho y largo tiempo de no hablar con vos me di cuenta de que perteneces a mi lista negra. Bienvenido! Ja.

mañana Halloween...en mas de un sentido....


viernes, 24 de octubre de 2008

mal de ojo

Tengo un maleficio: soy invisible para los hombres normales. Estoy condenada a que se fijen en mí sólo los idiotas, los desagradables, los grotescos, los chiflados, los esquizofrénicos voluntarios. Ni siquiera me dan bola los psicópatas y abusadores, que deberían hacerse un festín con una insegura como yo. Ni eso. Soy como un negocio que sólo trabaja payasos, y nada de otra línea de hombres.

En una época salí con un tipo que sí o sí tenía que volver a las once de la noche a su casa para darle de comer a su gata. Siempre. Pase lo que pase. Otro año, salí con uno que le hablaba al auto. Le decía, cariñoso, como quien doma un caballo “hoy vamos a lo de mamá, más tarde nos volvemos, descansamos dos horitas y vamos a un cumpleaños”. Otra vez salí con uno que compraba todo usado por internet, y me daba asco ir a su casa porque todo me parecía transpirado y pegajoso.

Yo no sé por qué irradio estas ondas de anormalidad, pero todos los vienen a mí encandilados como un bicho a la luz. Para los demás siempre soy siempre la otra, la amiga, la que dejan para volver con su ex novia, la de los domingos a la tarde, la que hace de enfermera cuando les rompen el corazón, la segunda, el parche, el romance de verano. Pero nunca soy el amor de sus vidas. Nunca.

Yo no soy fea, no soy estúpida, no tengo ninguna tara insalvable. Pero por alguna razón termino siempre en citas ridículas o enamorada de algún infeliz que me trata como a un chucho abandonado. No sé si es masoquismo. Yo creo que es peor. Como la gente que no sabe silbar o chasquear los dedos. Algo así. Ellos no pueden chistar y yo no puedo comportarme de manera seductora delante de un tipo con dos dedos de frente.

Por eso sé que no va a pasar nada nunca con esa persona que quiero. No porque él sea inalcanzable. Sino porque a mí esas cosas no me pasan. Cuando voy a una fiesta, nunca soy el centro de atención de nadie. Cuando conozco a un hombre divino con mis amigas, nunca me lo quedo yo. Jamás soy la que tiene un vecino soltero que le golpea la puerta con un vino y un cd en la mano. Ni la que viaja sola a Paris, se enamora y se queda un mes paseando y comiendo baguette. Yo nunca nada. Soy siempre la actriz de reparto, la ayudante del protagonista, la que hace la línea de comedia, la amiga graciosa de la novia, la hermana del galán.

El sábado es la fiesta de rosario, una amiga. Y voy a ir sola, a pesar de que este año se puede ir con pareja. Y van a ver, voy a ser la que se vuelca el vino en el vestido, la que muere aplastada por una bola disco, o la que se electrocuta en el baño de mujeres. Todas, menos la cenicienta.

martes, 14 de octubre de 2008

CaMbIoS

Nuevo empleo
Nuevo puesto
Gente nueva
Nuevo salario
Nuevas posibilidades
De a poco todo se acomoda