lunes, 29 de septiembre de 2008

asi todo junto, inentendibleeeeeeee

No sólo las mujeres somos complicadas...Los Hombres 'buena gente' son feos. Los Hombres lindos no son 'buena gente'. Los Hombres lindos y buena gente, son gays. Los Hombres lindos, buena gente y heterosexuales son casados. Los Hombres no tan lindos, pero buena gente, no tienen dinero. Los Hombres no tan lindos, pero buena gente y con dinero, creen que sólo estamos tras su dinero. Los Hombres lindos y sin dinero están tras nuestro dinero. Los Hombres lindos, razonablemente buena gente y heterosexuales, no creen que somos lo suficientemente lindas.*Los Hombres que creen que somos lindas, que son razonablemente buena gente y tienen dinero, son unos COBARDES!!!!! *Los Hombres que son razonablemente lindos, razonablemente buena gente, y tienen algo de dinero, son tímidos y NUNCA TOMAN LA INICIATIVA !!!!*Los Hombres que nunca toman la iniciativa, pierden automáticamente el interés cuando nosotras tomamos la iniciativa!!!!!!!!!!!!!!!!!Y ahora... ¿¿¿ QUIÉN ENTIENDE A LOS HOMBRES??? Si sos tierna con ellos... Sos una cursi. Si no… Una insensible. Si no te arreglás... Sos una descuidada. Si lo hacés ... Es para 'loquear' con otro. Si no trabajás... Sos una simple 'ama de casa'. Si lo hacés (y ganás más que ellos)... Se enojan. Si ellos siempre pagan... Es un abuso. Si lo hacés vos... Se sienten menos. Si te acostás con ellos a la primera salida... Sos una loca rapidita Si no... histeriqueas…. Si ellos ascienden de puesto... Es por sus capacidades. Si lo hacés vos... Es porque te acostaste con tu jefe. Si ellos ven a otras... Es su naturaleza. Si vos ves a otros... Sos infiel. Si salís con un tipo sin dinero... Sos una imbecil.
Si salís con un millonario... Sos una interesada. Si a los 30 ellos no se casan... Son solteros codiciados. Si vos a los 30 no te casaste... Ya se te fue el tren. Si estás de mal humor... Sos una neurótica. Si ellos lo están... Pobrecitos, no los comprendés. Si sos fea... No te dan bola. Si sos linda e inteligente... Te tienen miedo. Si te creas un Foto Log se enojan.Si te meten los cuernos y sigues con ellos... Más estúpida no podés ser. Si lo hacen y los mandas a la m... Que poco aguante tenés. Si tienen una amante... Es porque en su casa no tienen lo que necesitan. Si lo tenés vos... Ah... ¡Qué puta! Si ellos andan con una más joven... ¡Bravo, Bravo, Bravo! Si vos lo hacés... Es que necesitás que te hagan 'el favor'. Si están intolerables... Compréndelos, tuvieron un mal día. Si vos estás intolerable... Es que estás 'en tus días'. Si no los cuidás, los mimás, les tenés su comidita, su ropa y la casa impecable... sos una inútil! Si cumplís con todo... ¡¡¡TE DEJAN POR OTRA!!! LOS HOMBRES SON INCOMPRENSIBLES... TE HUYEN CUANDO LOS SEGUÍS; TE SIGUEN CUANDO LES HUIS... HÚYELES PARA QUE TE SIGAN, PERO... HAZLO DESPACIO PARA QUE TE ALCANCEN.

a ver si entienden estos tarados!

El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños es que de chiquita tu mamá te llevaba al baño, te enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y luego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza.
Finalmente te instruía: 'Nunca, nunca te sientes en un baño público' Y luego te mostraba 'la posición' que consiste en balancearte sobre el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con la taza.
'La Posición' es una de las primeras lecciones de vida de una niña, súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto de nuestras vidas. Pero aún hoy en nuestros años adultos, 'la posición' es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está a punto de reventar.
Cuando TENÉS que ir a un baño público, te encontrás con una cola de mujeres que te hace pensar que dentro está Brad Pitt. Así que te resignás a esperar, sonriendo amablemente a las demás mujeres que también están discretamente cruzando piernas y brazos en la posición oficial de 'me estoy meando'.
Finalmente te toca a vos, si no llega la típica mamá con 'la nenita que no se puede aguantar más'.
Entonces verificás cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas. Todos están ocupados. Finalmente uno se abre y te lanzás casi tirando a la persona que va saliendo.
Entrás y te das cuenta de que el picaporte no funciona (nunca funciona); no importa... Colgás el bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho (nunca hay gancho), inspeccionás la zona, el suelo está lleno de líquidos indefinidos y no te atrevés a dejarlo ahí, así que te lo colgás del cuello mientras mirás como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de pelotudeces que fuiste metiendo dentro, la mayoría de las cuales no usás, pero que las tenés por si acaso...
Pero volviendo a la puerta... Como no tenía picaporte, la única opción es sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas la bombacha y te ponés en 'la posición'... Alivio...... AAhhhhhh....por fin...
Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar.... Porque estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, los calzones cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 Kg. colgando de tu cuello. Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza, ni la cubriste con papel. Interiormente creés que no pasaría nada pero la voz de tu madre retumba en tu cabeza 'jamás te sientes en un inodoro público!!', así que te quedás en 'la posición' con el tembleque de piernas...
Y por un fallo de cálculo en las distancias una salpicada finíiiiiisima del chorro te salpica en tu propio culo y te moja hasta las medias!!! Con suerte no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar 'la posición' requiere una gran concentración.
Para alejar de tu mente esa desgracia, buscás el rollo de papel higiénico peroooo, la puuuuuuuuta...!
El rollo esta vacío...! (siempre) Entonces suplicás al cielo que entre los 5 kilos de cachivaches que llevas en el bolso haya un miserable kleenex, pero para buscar en tu bolso tenés que soltar la puerta, dudás un momento, pero no hay más remedio... Y en cuanto la soltás, alguien la empuja y vos tenés que frenar con un movimiento rápido y brusco, mientras gritás OCUPAAADOOOO!!! ahí das por hecho que todas las que esperan en el exterior escucharon tu mensaje y ya podés soltar la puerta sin miedo, nadie intentará abrirla de nuevo (en eso las mujeres nos respetamos mucho) y te ponés a buscar tu kleenex sin agobios, te gustaría usar todos pero sabes lo valiosos que son en casos similares y te guardás uno por si acaso.
Ahí ya vas contando los segundos que te quedan para salir de ahí, transpirando porque llevás el abrigo puesto ya que no hay perchero, y es increíble el calor que hace en esos sitios tan pequeños y en esa posición de fuerza en la que seguís, con los gemelos a punto de estallar. Sin contar el garrón del portazo, el desnuque con la correa del bolso, el sudor que corre por tu frente, la salpicada del chorro en las piernas...
El recuerdo de tu mamá que estaría avergonzadísima si te viera así; porque su culo nunca tocó el asiento de un baño público, porque francamente, 'vos no sabes qué enfermedades podrías agarrarte ahí'. ...estás exhausta, cuando te parás ya no sentís las piernas, te acomodás la ropa rapidísimo y tiras la cadena ¡sobretodo!.
Entonces vas al lavamanos.
Todo está lleno de agua así que no podés soltar el bolso ni un segundo, te lo colgás al hombro, no sabes cómo funciona la canilla con los sensores automáticos, así que tocás hasta que sale un chorrito de agua fresca, y conseguís jabón, te lavas en una posición de jorobado de Notredame para que no se resbale el bolso y quede abajo del chorro. El secador ni lo usás, es un trasto inútil que tira un chorro pedorro de aire frío o que te quema como si fuera la boza de un dragón (hay de los dos, pero nunca uno como la gente) así que terminás secándote las manos en tus pantalones, por que no pensás gastar tu kleenex para eso y salís... Tendrás suerte si no se te pegó un pedazo de papel higiénico al zapato y lo vas arrastrando, o peor, con la falda arremangada enganchada por las medias que te subiste a la velocidad de la luz y mostrando todo el culo!
En este momento ves a tu chico que entró y salió del baño de hombres y encima le quedó tiempo de sobra para leer un libro de Borges mientras te esperaba.
'¿Por qué tardaste tanto?' te pregunta el idiota.
'Había mucha cola' te limitás a decir.
Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño, por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y así es mucho más sencillo y rápido ya que una sólo tiene que concentrarse en mantener 'la posición' y la dignidad

viernes, 12 de septiembre de 2008

dia del maestro

Se que fue ayer, pero lo dedico hoy a todas mis colegas y mas que nada a todos aquellos que creen que la docencia es una pavada y es para cualquiera.

EL PERFUME DE LA MAESTRA

El primer día de clase, la maestra doña Tomasa les dijo a sus alumnos de quinto grado, que ella siempre trataba a todos por igual, que no tenía preferencias ni tampoco maltrataba ni despreciaba a nadie. Muy pronto comprendió lo difícil que le iba a resultar cumplir sus palabras. Había tenido alumnos difíciles, pero nadie como Pedrito. Llegaba al colegio sucio, no hacía las tareas, pasaba todo el tiempo molestando o dormitando, era un verdadero dolor de cabeza.

Un día no aguantó ya más y se dirigió a la dirección.
- Yo no soy maestra para soportar la impertinencia de un niño malcriado. Me niego a aceptarlo por más tiempo en mi clase. Ya casi son las vacaciones de Navidad, espero no verlo cuando volvamos en Enero.
La directora la escuchó con atención, y sin decirle nada, revisó los archivos y puso en las manos de doña Tomasa el libro de vida de Pedrito.
La profesora lo comenzó a leer por deber, sin convicción. Sin embargo, la lectura le fue arrugando el corazón:
La maestra de primer grado había escrito: “Pedrito es un niño muy brillante y amigable. Siempre tiene una sonrisa en los labios y todos le quieren mucho. Entrega sus trabajos a tiempo, es muy inteligente y aplicado. Es un placer tenerlo en mi clase”.
La maestra de segundo grado: “Pedrito es un alumno ejemplar con sus compañeros. Pero últimamente se encuentra triste porque su mamá padece una enfermedad incurable”
La maestra de tercero: “La muerte de su mamá ha sido un golpe insoportable. Ha perdido el interés en todo y se pasa el tiempo llorando. Su papá no se esfuerza en ayudarlo y parece muy violento. Creo que lo golpea.”
La maestra de cuarto: “Pedrito no demuestra interés alguno en clase. Vive cohibido y cuando intento ayudarle y preguntarle qué le pasa, se encierra en un mutismo desesperanzador. No tiene amigos y está cada vez más aislado y triste”

Por ser el último día de clase antes de las Navidades, todos los alumnos le llevaron a Doña Tomasa unos hermosos regalos envueltos en fino y coloridos papeles. También Pedrito le llevó el suyo envuelto en una bolsa de papel. Doña Tomasa fue abriendo los regalos de sus alumnos y cuando mostró el de Pedrito, todos los compañeros se echaron a reír al ver su contenido: un viejo brazalete al que le faltaban algunas piedras y un frasco de perfume casi vacío. Para cortar por lo sano con la risa de los alumnos, Doña Tomasa se puso con gusto el brazalete y se echó unas gotas de perfume en cada una de las muñecas.
Ese día, Pedrito se quedó el último al salir de clase y le dijo a su maestra: “Doña Tomasa, hoy usted huele como mi mamá”
Esa tarde, sola en su casa, Doña Tomasa lloró un largo rato. Y decidió que en adelante, no solo iba a enseñar a sus alumnos lectura, escritura, matemáticas… sino sobre todo, que los iba a querer y les iba a educar el corazón.
Cuando se reincorporaron a clase en enero, Doña Tomasa llegó con el brazalete de la mamá de Pedrito y con unas gotas de perfume. La sonrisa de Pedrito fue toda una declaración de cariñoso agradecimiento.
La siembra de atención y cariño de Doña Tomasa fue fructificando en una cosecha creciente de aplicación y cambio de conducta de Pedrito. Poco a poco, fue volviendo a ser aquel niño aplicado y trabajador de sus primeros años de la escuela. Al final del curso, a Doña Tomasa le costaba cumplir sus palabras de que, para ella, todos los alumnos eran iguales, pues sentía una evidente predilección por Pedrito.
Pasaron los años, Pedrito se fue a continuar sus estudios en la universidad y doña Tomasa perdió contacto con él.
Un día recibió una carta del doctor Pedro Altamira, en la que le comunicaba que había terminado con éxito sus estudios de medicina y que estaba a punto de casarse con una muchacha que había conocido en la universidad. En la carta le invitaba a la boda y le rogaba que fuera su madrina de boda.

El día de la boda, Doña Tomasa volvió a ponerse el brazalete sin piedras y el perfume de la mamá de Pedrito. Cuando se encontraron, se abrazaron muy fuerte y el Doctor Altamira le dijo al oído: “Todo se lo debo a usted, Doña Tomasa”. Ella, con lágrimas en los ojos, le respondió: “No, Pedrito, la cosa sucedió al revés, fuiste tú quien me salvaste a mí y me enseñaste la lección más importante de la vida, que ningún profesor había sido capaz de enseñarme en la universidad: me enseñaste a ser maestra”.

Feliz dia colegas!!!
brindemos por un futuro mejor....